martes, 15 de febrero de 2011

¿Quieres saber si tu casa tiene un ambiente feng shui?


El Feng Shui es una milenaria disciplina oriental que busca favorecer la armonía entre el ser humano y su entorno. Esta armonía se busca orientando y colocando los objetos que nos rodean, de manera que se dirijan las energías de forma adecuada.

En el Feng Shui los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua tienen gran importancia. Según el Feng Shui, el ser humano está compuesto de estos cinco elementos, sintiéndose mejor cuando los encuentra en su propia casa. Esta creencia es llevada al extremo de considerar necesaria  la presencia de estos cinco elementos, de manera equilibrada, en cada una de las habitaciones del hogar.
Nuestro trabajo en Asia nos ha permitido estudiar esta filosofía ya que, para el desarrollo de todos los proyectos, se debe tener muy en cuenta; en ocasiones, hasta límites extremos.
Trasladado a Occidente y aplicado al hogar, el Feng Shui puede ser simplemente un práctico estudio de la mejor manera de organizar las estancias y el entorno para mejorar la calidad de vida.
Feng Shui, que significa literalmente "viento" y "agua", es una búsqueda de la tranquilidad, comodidad, equilibrio y armonía.

Aunque es una técnica oriental y muy antigua. Cuando profundizamos en ella nos damos cuenta que, en realidad, en nuestra vida diaria y en nuestro hogar usamos muchas de sus normas, quizá por sentido común.
Muchos de vosotros habréis oído acerca del Feng Shui y sus numerosas normas sobre como orientar una cama o donde poner una fuente. Sin embargo, como resumen práctico podemos considerar los tres conceptos básicos siguientes:

-Vivir con lo que nos gusta.                                 
-Dar importancia tanto a la comodidad como a la estética.
-Simplificar y organizar

Al fin y al cabo, los fundamentos del Feng Shui tienen mucho de lógicos y razonables, de búsqueda del orden, eliminación de adornos innecesarios y excesivos, influencia de los colores en el estado de ánimo… Ésta filosofía busca la armonía en el hogar para llenarlo de energía positiva eliminando la negativa.

Es, por tanto, una buena forma de entretenerse y de conseguir un ambiente acogedor en casa, siempre y cuando no se lleve a extremos ni llegue a obsesionarnos. Se han dado casos de gente que acaba teniendo problemas por la obsesión de mantener a su alrededor todo tal y como dicta el Feng Shui. No es nuestro caso, porque con niños en casa me cuesta lo mío mantener un mínimo de orden.